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Mostrando entradas de agosto, 2022

HUMANISMO SIN DIOS

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  El humanismo renacentista representado por Pico della Mirandola (1463-1494) o por Erasmo de Rotterdam (1466-1536) [1] , era un humanismo en el seno del cristianismo. Ese humanismo, en la que la dignidad del hombre reside en su capacidad para usar su inteligencia y actuar como un hombre libre, se va transmutando con los “filósofos” de La Ilustración Francesa , con la contribución de autores como Feuerbach y Marx , y ya en el siglo XX con filósofos de la talla de Sartre y Bertrand Russell , en un humanismo sin dios, en un humanismo ateo . Los filósofos de la Luces adolecían de un cierto optimismo ingenuo . Consideraban que, si se lograban eliminar las supersticiones impuestas a la humanidad por la alianza entre la autoridad espiritual de los curas y la temporal de los tiranos, se llegaría el triunfo de la felicidad y la virtud, al reino de la razón. Los obstáculos, señalaban, no están en la naturaleza humana, sino en los poderes eclesiásticos y políticos. En cierto modo abogaban

La “Apología de Ramón Sibiuda”: fe y escepticismo en Montaigne

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  La “ Apología de Ramón Sibiuda (o Sabunde )” es el más extenso y uno de los más famosos Ensayos de Michael de Montaigne (1533-1592).   Es aquí donde el apreciado escepticismo de Montaigne se expresa de un modo más amplio y preciso, y donde muestra una de sus creencias (¿sinceras o meramente prudentes?) más características: su fe , su catolicismo, su sumisión a la autoridad eclesiástica. Ramón Sibiuda era un escritor catalán del siglo XV. Médico, profesor de arte y teología, y también rector en el Estudio General de Toulouse, donde murió en 1436, escribió un voluminoso libro, “ en un español chapurreado con terminaciones latina s”, titulado Teología Natural (o Libro de las criaturas) en el que realizaba una defensa, frente a los ateos, de la religión cristiana basada en la razón, una “teología natural”, sin apoyarse en le fe o en la revelación. Por indicación de su padre, poco antes de morir, Montaigne lo tradujo al francés, y lo publicó en 1569. Montaigne manifiesta un gran a