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Mostrando entradas de diciembre, 2021

Dios ha muerto

  En el Aforismo 108 con el que se inicia el Libro tercero de La Gaya Ciencia, Nietzsche nos anuncia un acontecimiento trascendental:   Dios ha muerto. La “muerte de Dios” es una de las ideas centrales de su filosofía, que aparece por primera vez en este aforismo, y que recorre gran parte de su obra. ¿Quién ha matado a Dios?  Nietzsche nos narra en el aforismo 125 el episodio del “ hombre frenético ” que, cual Diógenes, irrumpe en el mercado, en la claridad del mediodía, provisto de una lámpara, y gritando como poseído “¡Busco a Dios, busco a Dios!”. La plaza está repleta de ateos que se ríen y le increpan con sorna: “¿ Se ha extraviado como un niño?” ¿Se ha embarcado en un navío? ¿Tiene miedo de nosotros? El hombre frenético les responde: ¡ Nosotros lo hemos matado, vosotros y yo!   Sin duda sus asesinos son los ilustrados, Descartes y su razón, la ciencia con su arrogante empirismo y positivismo. Ha sido la propia tradición occidental la que ha matado a Dios, la que lo ha susti

LA VEJEZ, según Cicerón

Cicerón (106-43 a. C.) presenta sus meditaciones sobre la vejez a través de un dialogo en el que Catón el Viejo (234-149 a. C.), el político más importante de su tiempo y un brillante orador y escritor ofrece sus reflexiones a los jóvenes Escipión y Lelio.  La visión que Cicerón tiene de la vejez es optimista. La observa como una etapa “ sosegada y plácida ”, pero siempre que se tengan recursos interiores y sean la continuación de una vida “vivida con tranquilidad, sencillez y dignidad”: “ Para quienes no tengan ningún recurso interior con el que vivir bien y felizmente, cualquier edad es pesada ”.   Trata de refutar algunos de los perjuicios que se atribuyen a la vejez, como que impide la actividad. La vejez no impide hacer cosas, señala, y es precisamente el interés y la ocupación la que permite que permanezcan las capacidades en los mayores. Hay que seguir aprendiendo, estudiando: “también yo lo hice al aprender de mayor la lengua griega”.   Claro que la vejez debilita la fuerza, pe